Guía básica para el cuidado de la piel de tu bebé
La piel de los bebés es mucho más delicada, permeable y fina que la de un adulto. Por eso, se merece un mimo y cuidado especial, ya que tienen una piel muy frágil desde que nacen hasta los 3 años aproximadamente. Después del nacimiento, es normal que la piel de las extremidades y las manos esté algo arrugada, así como que se mude esa primera capa de piel y se le pelen las manos y muñecas, ¡no te asustes! Conforme va cumpliendo meses, su piel se normaliza y está suave e hidratada. Aún así, sigue siendo más fina, sensible y permeable, pues esta hipersensibilidad le resulta muy útil al bebé a la hora de conocer el mundo exterior y de percibir sensaciones. Por eso, es importante tomar algunas precauciones para evitar alteraciones cutáneas, aunque sin obsesionarnos con ello. La temperatura de la
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