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junio 2017

A pesar de lo muchísimo que ha evolucionado la medicina a lo largo de la historia, las plantas siguen siendo un elemento clave en la composición de medicamentos y cosméticos dadas sus propiedades. Es el caso de la Chamaemelum nobile, más conocida como camomila, una planta que posee diferentes características antifúngicas, antibacterianas, aniflamatorias y antioxidantes, y tiene efectos farmacológicos que ayudan a tratar ciertas molestias como el prurito (picor), gracias a su extensa composición química: El α-bisabolol Es el mayor componente activo de la camomila y posee propiedades antiinflamatorias, curativas, calmantes y antimicrobianas. Es un ingrediente muy versátil que potencia la penetración dérmica, de ahí su presencia en muchas formulaciones cosméticas. El azuleno Es el aceite volátil mayoritario que se extrae de la flor de la camomila y es un componente antiirritante, ideal para cuidar las pieles más sensibles. Además, tal y como indica su nombre, aporta una tonalidad azulada a las formulaciones que lo